miércoles, 23 de abril de 2014

DIA DEL LIBRO




Retomo esta imagen tomada en Boston hace una semana para recordar este importante día, tras pasear este medio dia por el Barrio de las Letras de Madrid, acompañado por un ejemplar del bueno de don Miguel de Unamuno, al que mi querido padre llamó en uno de sus escritos, nuestro gran pensador atormentado.

Se trata de Inquietudes y Meditaciones que recoge algunos escritos publicados la mayoría de ellos en el Lunes del Imparcial en los primeros años de la decada de los veinte.

No cabe duda de que se trata de un buen libro a los que alude este lema, que viene a decir algo así como que un buen libro es el alimento de un gran espíritu. Frases como esta nos ayudan a seguir en el camino de nuestra vida para intentar seguirlo de alguna manera.

Eligo los escritos agrupados bajo el título "Cuestiones de Momento". En el primero de ellos "Patriotica Cooperación de Obra" dice "La condición primera de esta cooperación, que no necesita sujetarse a programa ni compromisos expresos definidos, es el dejar que cada uno se guie por su propia inspiración y sentimiento propio. Paréceme de una torpeza e ineficacia grandes el que vaya yo a decirle a otro: - no usted no debe hacer eso; usted no debe preocuparse de esos problemas; lo primario, lo urgente aquí es esto otro; lo que aquí hace falta y lo que hay que hacer es esto-, cuando la verdad es que aquí, como en todas partes, hay que hacerlo todo y hace todo falta, y hay una muchedumbre de problemas, y no todos podemos ni debemos ponerlos a unos dejando a otros. Hay que dejar que cada cual haga su obra, y nadie, sin autoridad para ello, debe arrogarse el ministerio de repartidor de los sendos papeles".

Creo que en muy pocas palabras define perfectamente la libertad de pensamiento y de obra. Y más adelante en el mismo escrito leemos : " Los que de uno u otro modo nos encontramos como publicistas en una labor de magisterio público , aleccionando a las gentes o siquiera excitando su curiosidad y despertando en ellas inquietudes mentales, estamos en el deber de provocar una época de crítica, de verdadera crítica, no de censura, de revisión de valores. Y hay, repito, una cooperación que no necesita que nos agrupemos bajo ningún dogma definido y libre él a su vez de crítica".

Tras entrar por unos momentos en el patio de la casa donde vivió Lope de Vega, otro de los grandes, he comprado un pequeño gran libro; pequeño por su formato pero grande por su pensamiento. Se trata de Confianza en uno mismo de Ralph Waldo Emerson.

No he querido sin embargo empezarlo a leer porque me parecía que de alguna manera era posponer a don Miguel, con el que he querido compartir unas horas de este importante día.

Otro día os hablaré de ese otro autor americano por el que me interesé antes de cruzar el océano atlántico. Nacido en Boston en 1803, y cuya filosofía todos deberíamos seguir.

Hoy por el momento me quedo con Unamuno y con su preocupación por el porvenir cultural de España, tan alejada como hace un siglo de lo que él pensaba, de lo que él queria para nuestro bien.