jueves, 30 de julio de 2009

EL NOMBRE DEL SUR



El que le queráis poner vosotros. Yo ya tengo la mirada puesta allí. Pero ¿no es el Sur ya un nombre? Es según la oficialidad de la R.A.E un punto cardinal diamentralmente opuesto al Norte;un lugar de la Tierra que cae del lado del polo antártico y finalmente un viento.
Pero ni este sugerente anuncio, de un vino que averiguaréis si ampliáis la imagen, ni mi mirada se refieren a ese aséptico concepto.
Hace aproximadamente un año que os anunciaba con este mismo destino mis vacaciones que van inseparablemente unidas espero que por muchos años a las vacaciones de los míos, de mi mujer y de mis hijos.
SUR, puede significar y significa tantas cosas como queramos imaginarnos. Cada uno de nosotros podrá asociar esa palabra mágica a un lugar, pero también a un clima, a un paisaje, a un mar, a una manera de pensar y de vivir, como os decía yo en el post que así llamé.
El publicista tiene muy claro ese nombre que coincide con el de la bodega manantial del vino anunciado.Yo no tanto porque prefiero no concretar sino divagar siguiendo la estela de José María Izquierdo, del que Joaquín Romero Murube dijo refiriéndose a su muerte que "el tiempo convertirá su humildad en gloria y su modestia en inmortalidad".
Oigámosle:
"A orillas del mar donde muere el río de nuestra vida, halló el visionario un puerto de bonanza y un viejo castillo que fué para su espíritu santo retiro, torre de marfil, interior morada.
Próxima la desembocadura del Guadalquivir-donde la corriente se torna oleaje-se halla situado entre pinares y navazos un pueblo con título y honores de ciudad. Ciudad - famosa por el oro de sus vinos y convertida por la moda en estación estival-que se ha ido desenvolviendo, desde la humilde barriada de pescadores hasta la fatídica barra, en torno de la plácida playa donde el mar se remansa para recibir el gran río de Andalucía"
....
"Era allí-por donde el austro sopla-hacia donde se dirigía el visionario todas las tardes, cuando vagaba lenta, pausadamente, por la orilla del mar. Y allí fue donde una noche tuvo la visión de lo que aparecía y de lo que era y de lo que debía ser la vida.
Cuando el hombre enmudece ante lo infinito, cuando la lengua calla y el mundanal ruído se apaga, la idea cobra plasticidad, relieve en el pensamiento, el alma más libre vuela y más alta se remonta la ilusión". (1)
No se puede introducir mejor al lector en esa sensación de tranquilidad en que se vió inmerso aquel sevillano para reflexionar sobre el sentido de la vida.
Aquella tranquilidad en ciertos lugares y a ciertas horas todavía, pese al paso de los años ,se puede seguir experimentando, pese al, inevitable y en ocasiones dañino, paso del tiempo. Aquella ciudad, antaño estación estival de moda, junto con, por aquél entonces, San Sebastián, es hoy un lugar bullicioso y alegre, pero donde esa manifestación diabólica llamada urbanismo ha dejado su zarpa salvaje.
Es posible todavía huir de lo común y encontrar lugares que sirven conservando esa inmortalidad frente al Coto de Doñana.
Y en cuanto a lugar más o menos concreto yo identifico el SUR con ese espacio evocado y deseado, y al que acudo por estas fechas desde hace más de veinte años. Y donde disfruto de unas imborrables puestas de sol fuente de inspiración para Adriano del Valle con su poema precisamente titulado Puesta de Sol en Sanlúcar :
"...El sol se oculta a lo lejos
y finge, sobre las aguas,
multiplicar sus reflejos
de unas vulcáncias fraguas.
La llama del sol se apaga;
vuela una lejana vela;
toma el paisaje una vaga
coloración de acuarela.
Brota la luz vespertina
del lucero de la tarde...
! Tal la divina marina,
cuando el crepúsculo arde! (2)
Y termino con este fragmento final de la inigualable evocación de su tierra que desde Madrid hizo Rafael Cansinos Assens por esa misma época llamada sencillamente así
SUR
" Aunque no os acerquéis al Sur, podéis sentir su hálito inflamado, que derrite todos los sellos; en la efusión magnífica del verano que abre todas las envolturas y deshiela las nieves de los velos; en el soplo ardiente de ese viento que besa con pasión las mejillas desnudas y arroja puñados de arena al interior de los umbrales, podéis sentir la pródiga caricia del Sur; en la avidez súbita con que vuestra alma se inclina hacia la dádiva, en la amplitud inesperada que logran vuestros sueños, en la congoja con que os sobresalta una imaginaria pobreza, en el anhelo de desangrar desmesuradamente vuestras vísceras colmadas de humores, triunfa el alma generosa del Sur.
El Sur es la efusión, la llama viva, el cielo que lanza sin cesar estrellas errantes a todos los puntos del horizonte, la plenitud extravesada del último mes del verano, la mano enteramente abierta, el velo enteramente rasgado: el Sur es el corazón ilimitado de sus hijos, tristes de no ser infinitos. El Sur es la eterna seducción generosa que incita al Norte a ser florido y pródigo. Para defenderme de la aridez, yo exprimo la esponja empapada en dulzuras de mi corazón del Sur".
No se me ocurre deciros otra cosa que me gustaría encontrarme con todos vosotros en aquellos momentos de vuestras vidas en que sintáis la caricia de la felicidad.
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(1) "...Por la parábola de la vida". José María Izquierdo.1915. 2ª Reedición Ateneo de Sevilla,2007.
(2) Publicado en Grecia.- II. número 10. 1 de marzo de 1919.
(3) Publicada en Grecia,. II. número 22. 20 de julio de 1919.

jueves, 9 de julio de 2009

EL ULTIMO RETRATO DE ADRIANO


" ¡Qué grande este Adriano del Valle, cerca de nosotros, protegiendo nuestro irresoluto vivir, a fuerza de irradiación optimista de su sagrada calva, con tantos abrazos vegetales, pimpante en sus uniformes! Le brota, cordial, un soneto del costado, un romance le fluye por el pecho, tiene la cabeza toda trascendida de canciones andaluzas y epigramas japoneses".

Damaso Alonso (1)





Las promesas que hacemos a los niños son sagradas y hay que cumplirlas, aunque a veces se nos olvide. Es tanta su fe en los mayores y su confianza en nosotros, sobre todo si somos sus padres, que cualquier promesa o regalo prometido e incumplido, para nosotros insignificante, para ellos puede ser una pequeña decepción.


Por eso traigo yo aquí este dibujo que me trajo una mañana mi hijo. Seguramente un sábado por la mañana, que es el día de la semana, que más emocionan a los niños, porque todavía queda el domingo, antes de comenzar de nuevo las clases. El domingo ya es otra cosa; está demasiado cerca el temido lunes. Pero volvamos al dibujo.


- Toma Papá para que lo pongas en tu ordenador. Es el abuelo Adriano.


Se refería al mío y él lo sabe pero le resulta más complicado decir bisabuelo que abuelo o quizá es por que le sienta más cercano y piense que si fue mi abuelo, también puede ser el suyo.Sabía que de vez en cuando publico yo alguna cosa con alguna ilustración y entonces lo tomé con el compromiso de hacerlo. Me llamó la atención su esponteneidad de querer hacer un dibujo de mi abuelo sin haberle conocido. Habiéndo visto sólo alguna fotografía de él.


Lo olvidé en algún rincón y hace pocos días lo encontré; porque los objetos, cuando quieren, parece que nos dan un aviso de su existencia e inesperadamente volvió a caer en mis manos. Y se lo volví a enseñar renovando mi promesa y aclarándome ahora él que era para mi web, para mi blog (qué pronto aprenden).


Es el último retrato de Adriando del Valle visto por su decimocuarto bisnieto, si la memoria no me falla.


Tuvo Adriano del Valle muchos y muy buenos, algunos magníficos retratos. Cuadros, dibujos, acuarelas, incluso un autoretrato en collage, que él mismo hizo.


Algunos de muy grandes y cotizados pintores. José Caballero, Daniel Vazquez Díaz, Pere Pruna, Rafael Canogar, Francisco Mateos, Enrique Navarro, Moreno Díaz, Manuel Ortega vienen ahora a mi mente para los que posó el retratado.


Y otros que recordaron su semblaza ya fallecido: Julián Grau Santos, José Lamiel, Alvaro Delgado...


Pero este pequeño dibujo tiene para mi el valor de la ingenuidad, de la sencillez, del cariño y del amor quizá inconsciente, al bisabuelo desconocido. En mi mano está cada día acercárselo más, para que lea sus poesías, se emocione con él y ... llore con él. Mi hijo ni siquiera ha podido conocer a su abuela Lola pero ha querido dejar este pequeño pedazo de papel, fruto de su sangre.


El recuerdo de nuestros antepasados como eslabones de unión de la familia. En este caso sin ni siquiera haberle conocido. Una pequeña gran lección de la mano de los más pequeños, que en ocasiones se convierten en nuestros maestros aún ellos sin saberlo.


Gracias hijo por estos trazos, parte de tus sentimientos para el Arte, para tu antepasado, que empiezas ya a conocer.


Viniste al mundo con no pocas dificultades, compartiendo tu primera vida dentro del seno materno con tus dos hermanas. Todo lo teníais que dosificar entre los tres con la ayuda de eso tan desconocido que es la naturaleza o la divinidad.


Y justo cuando te tocaba salir el segundo de los tres y como buen caballero pensaste...


Las niñas primero.


Por eso esto también es un pequeño homenaje para tí.


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(1) La poesía de Adriano del Valle. Santo y seña 3 (5,XI,1941); Caracola 72-73; Prologo de Arpa Fiel 2ª y sucesivas ediciones 1942 y de Obra Poética, 1977.
Fueron traídas aquellas palabras de Dámaso Alonso post scriptum gracias a los comentarios de Gemma, Cristina y Vero.