martes, 12 de marzo de 2013

ALTAR NATURAL. DOCE DE MARZO DE 2013

La Barranca (Navacerrada) Foto ONDA


En ocasiones uno tiene la impresión de que la Naturaleza nos llama. Esto es lo que me ha ocurrido a mí en el día de hoy, tras visitar la tumba de mi querido padre, en el decimoctavo aniversario de su fallecimiento

No quería dejar pasar el día como uno más; tras alegrar el jarrón sobre la lápida de marmol con unas blancas margaritas, me he sentado junto a la tumba sin saber muy bien lo que hacer ni lo que pensar. Una profunda pena y desolación ha invadido mi alma. Sólo el sentimiento de ser un poco mejor me ha despertado del vacio que se ha apoderado de mi cabeza.

Al volver hacia la salida he rodeado la tumba del pintor Casto Plasencia irreconocible de lo que fue en su día. Me he preguntado como luchar contra su abandono para intertar paliar de alguna manera esa indignidad, no sólo por el personaje enterrado sino también por el escultor autor del busto que al parecer coronaba la columna. Quizá el escultor más grande nacido en territorio españolNi más ni menos que Mariano Benlliure autor también del grupo escultórico que ennomblece la cercana tumba del periodista don Miguel Moya y realizado en 1927, junto a la de su yerno  Gregorio Marañon. Antes de abandonar la sacramental y al pasar a las oficinas para abrazar al bueno de Juan Antonio Pino, he cogido un pequeño prospecto que recuerda los numerosos monumentos de don Mariano Benlliure en Madrid y cuyo itinerario fue publicado con motivo del 150 aniversario de su nacimiento, coordinado por la Fundación que lleva su nombre, y de cuyo evento no había tenido noticia.Otra casualidad o causalidad de las muchas que presiden nuestras vidas, ya que inesperadamente encontré el cauce para hacer realidad la idea sobre la tumba de Casto Plasencia.

Como homenaje a mi querido padre he tenido que alegar en un juzgado como él hizo en centenares de ocasiones. Cumplido el trámite y al dirigirme hacia mi casa para comer, me vino el sentimiento de acercarme lo más posible a las cumbres de la Sierra del Guadarrama y no paré hasta llegar al pueblo de Navacerrada para comer allí, donde creo no lo había hecho antes en mi vida
Buscando algún paraje para sentirme lo más cerca de Dios (como me dijo un día mi esposa junto a los Picos de Europa) y también de mi padre fui a parar este maravilloso paraje de la Barranca, que nunca había visitado pese a encontrarse tan cerca de Madrid. En ocasiones lo más cercano al paraíso lo tenemos a la vuelta de la esquina y somos tan torpes que no nos damos ni cuentaMi ingenuidad me ha llevado a pensar que quizá mi querido padre había tenido algo que ver en que mis pies hubieran pisado justo el día de su aniversario aquél lugar, que desde hoy será para mí como un pequeño altar natural.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, la Barranca es un paraíso a la vuelta de la esquina.

ONDA dijo...

Yo hasta ayer mismo no había ido en mi vida y eso que de pequeño solía ir a Valdesquí a esquiar con el colegio y luego como tantas cosas lo dejé.

Gracias anónimo/a por tu visita

Morgenrot dijo...

Las cosas siempre pasan por algo, querido Onda, siempre.
Profunda y siempre bella visita a los tuyos. ¡ Dos te bendiga !.
Por cierto, no sé si tienes Facebook, pero si es así me gustaría que me mandaras amistad: morgenrot rosmarin.

Mil besos

ONDA dijo...

Si eso dicen pero en ocasiones cuesta asimilarlo.
Gracias por tu bendicion y me alegro que revivas tu blog!.

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