miércoles, 28 de octubre de 2009

EL ESPEJO




Había vuelto a Madrid después de más de quince años. La encontré tan alegre como entonces y, más mujer. Pero yo había cambiado mucho más que ella, no ya físicamente como es natural. Cuando nos despedimos en aquella otra ocasión yo no sabía que mi padre acababa de morir poco antes.

Regresé a mi casa al filo de la media noche y antes de cruzar la calle para entrar en el portal miré hacia la terraza de mi casa. Todas mis hermanas estaban asomadas aguardando mi llegada. Sus rostros lo decían todo.

Ya dentro conocí la noticia y sin poder evitarlo me desmayé. Fueron sólo unos segundos pero recuerdo que cuando desperté noté que el mundo se me venía encima.

Muchas veces he tratado de rebobinar aquella amena jornada de la que algo os conté en una de mis entradas. Había comido con El, y con la que hoy es mi mujer en su restaurante favorito. Dimos un paseo y por instinto y con sorpresa para los dos les agarre del cuello y exclamé:

- ¡Las dos personas que más quiero en este mundo¡

Por la noche nos encontramos en el café “El Espejo” con la prima más especial de mi novia y con su amiga que había venido de Sicilia para pasar unos días en Madrid. Al poco rato me dirigí al baño, pase delante de un espejo y al encontrar mi mirada noté una sensación extraña. Siempre he pensado que aquél fue el instante en que mi querido Padre abandonaba este mundo.

Ese fue el momento en que cambió mi vida para siempre.

Al cabo de los años se lo he contado ya con la serenidad del paso del tiempo, recordando aquello que dijo José María Izquierdo de que " dolor recordado apenas es dolor"

Aquél espejo sin yo darme cuenta me había devuelto mi rostro de joven huérfano.

21 comentarios:

V dijo...

Vaya... no sé si sería casualidad -así lo pienso- pero a mí me pasó algo parecido.

"Aquél espejo sin yo darme cuenta me había devuelto mi rostro de joven huérfano."

Estoy con Gemma, verlo así pone los pelos de punta.

Besos, ONDA.

Olga Bernad dijo...

Quizá tu mirada reflejaba una verdad: que el mundo ya sería distinto para ti. Tú la viste y no la comprendiste hasta después.
Cuánto misterio junto a nosotros, y qué fugaces visiones del otro lado del espejo.
Un beso, Ignacio.
Se ha echado de menos tu sensibilidad.

Ricardo Miñana dijo...

Buen texto y bonita historia, gracias por compartirla, ha sido un placer leerte.

Feliz semana
saudos
RMC

ONDA dijo...

Estimada Verónica:

Yo noté algo extraño, y luego lo relacioné. Mira tú que eres exceptica eh?
Casualidad? no lo sé, pero me alegró mucho lo bien que estuve con él por la mañana, ya que en ocasiones discutíamos, es como si hubiera sido un regalo esos momentos que por la mañana pasé con él.
Un beso.

ONDA dijo...

Precisamente ayer vi unos momentos de la película Frequency, que va de un hijo que recuerda a su padre fallecido y consigue conectar con él con una emisora que utilizaba el padre....
Salen imágenes de los dos en sus vidas actuales y pasadas, y el imagina que su padre no murió como aparentemente creyó y que vivió más tiempo y que conseguia cambiar el destino. Muy chula y muy emotiva cuando recuerdas sus momentos de la infancia que pasó con el.
La comunicación entre almas de eso hablé yo en otro post.
Mi hermana tambien tuvo sensaciones despues de la muerte de mi padre como de repente encenderse un equipo de música con una de las sinfonías favoritas de mi padre, etc.
Me fascina el tema.

ONDA dijo...

Imaginate como cambió mi vida para mí, teniendome que hacer cargo de muchos de sus asuntos profesionales, porque como se dice "murió con las botas puestas".
Y también sufrí muchos desplantes de quien decían ser sus amigos.
Eso fue lo peor de todo.
Gracias por volver y por tus palabras tan cariñosas como siempre.

ONDA dijo...

Estimado RMC:
Agradezco tu visita y tus palabras,pero sobre todo espero que te gusten los poemas y textos de mi querido abuelo Adriano del Valle, y que nos acompañes para descubrir su alma por medio de su obra aquí solo expuesta en una mínima parte hasta el momento.
Un fuerte abrazo.

Alfaraz dijo...

Bonita evocación novembrina.
Yo siempre recuerdo aquella Telefonía Celeste que inventara Adriano para mantener el contacto con nuestros muertos.


.

Antònia dijo...

Una entrada magnífica, Nacho!
Me siento tan identificada...
Yo también me desmayé al conocer el alcance de la enfermedad de mi madre, y te comprendo perfectamente cuando hablas de esa sensación frente al espejo. Esos instantes son los que realmente nos conectan con la vida y con la muerte. Estoy segura de que ese fue el instante en que tu padre se fue, y desde el espejo te dijo adiós.
Besos!!

ONDA dijo...

Alfaraz no se si bonita pero triste y dolorosa lo es; dudé si publicarla por entender que era demasiado íntima pero al final sin saber muy bien porqué decidi publicarla.
Gracias

ONDA dijo...

Antonia creo que exageras.
Me dijeron a la hora que había fallecido mi padre, y creo que me encontraba en ese lugar y que el momento fue precisamente ese, aunque no podemos obtener de momento la respuesta.
Otro beso para tí.

José Luis Garrido Peña dijo...

Querido amigo, Spinoza decía que nadie sabe lo que puede un cuerpo. Has expresado muy bien hechos reales y necesarios, esto es lo que vale de la vida, y todo el resto, como escribió Baudelaire y Borges recordaba, es literatura.

Un fuerte abrazo

ONDA dijo...

Estimado José Luis:
Sólo los huérfanos saben de lo que hablo.
Creo que ese es el instante en que cambia nuestra vida de verdad, nos quedamos como desnortados.
Bueno la literatura tiene su valor...Sería interesante conocer el contexto de la cita de Spinoza quizá en tu blog tengamos la clave
Un abrazo

Mery dijo...

A estas alturas de mi vida en que he oído, sabido y experimentado sensaciones de igual índole a la que acabas de contar, sólo puedo decirte que me parece que tienes razón. Esa mirada especular tuvo mucho de otro mundo...
Y tienes razón, la vida te cambia para siempre.
Un beso

ONDA dijo...

Yo creo que experimenté eso pero naturalmente no puedo saberlo con certeza, me refiero a lo del espejo. Lo demás fue como os lo digo.
Esperemos que haya algo bueno después de todo y que les podamos volver a abrazar.
Otro beso para tí, querida Mary

Cristina dijo...

Preciosa entrada, ONDA (como todas las tuyas). La muerte deja un vacío tremendo. Creo que en esos momentos entiendes lo que significa la palabra NUNCA. Aprendes poco a poco a vivir con las ausencias, aunque nunca se llenan.

Un beso

Morgenrot dijo...

Onda, el dolor recordado continúa " doliendo ", pues pertenece al presente en tanto está en nuestra mente, la que nos permite revivir las situaciones y los sentimientos.

Bello escrito salido del alma.

Un abrazo,

ONDA dijo...

Cristina es cierto que ese vacio no se llena ,esperemos que por el momento. No entendí muy bien a qué te referías con la palabra NUNCA, resaltada.
Gracias como siempre por tu entrañable visita

ONDA dijo...

Creo que el recuerdo del dolor con serenidad es cierto que no deja de ser dolor y permanece

plcm dijo...

Estimado amigo Onda, descolgado de la red durante meses, tras tomar aire y reponer fuerzas, quise comenzar revisando las palabras de los buenos amigos en la red.
De entre tus espaciados artículos (también te veo descolgado parcialmente de la red, jodido trabajo...) el que me ha dejado verdaderamente impactado, es este en el que nos relatas como la efímera felicidad del pasado y presente, se ve yuxtapuesta al dolor y la tristeza, inevitable, de la perdida de nuestros seres queridos.

Pero es gracia de dichosos, saber que quienes quisimos, quienes nos quieren, siempre nos tendrán vivos en su recuerdo, morir así no es amargo.

Un fuerte abrazo de tu amigo Pedro Crespo.
plcm

ONDA dijo...

Espero que tu descuelgue de la red no se deba a un motivo grave, simpre es agradable tu visita querido amigo.
Un fuerte abrazo y como siempre agradecido de tus nobles pensamientos.